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Haftará Vaetjanán

Isaías 40:1-26

La Haftará de esta semana corresponde al inicio del capítulo 40 del libro de Isaías, se encuentra en el Tanaj como una unidad a lo largo de 66 capítulos que se agruparon como si todos hubieran sido escritos por el profeta. En el libro de How to read the Bible, James Kugel presenta varios estudios y análisis que identifican diferentes, temas, estilos, fechas y referencias que demuestran que el libro tiene varios autores. Por ejemplo, se puede ubicar que el profeta Isaías vivió probablemente en el año 742 a.e.c. cuando tuvo una visión y que fue el año en el que murió el rey Uzziah, en el mismo período de encuentra el poderoso imperio Asirio que a lo largo de un siglo 740-640 a.e.c. ejercía un fuerte dominio militar sobre los reinos vecinos (Reino de Israel y Reino de Judá). Para el profeta Isaías la amenaza no era propiamente el imperio Asirio, sino la alianza con ese imperio por lo que aconsejo a su joven rey Ajaz que no tenía nada que temer que confiara en D’os porque su templo estaba en Jerusalén y no permitiría que fuera conquistada. Sin embargo, en el texto, (capítulo 45) del profeta se encuentra una cita de Ciro de Persia que corresponde al año 538 a.e.c. y el edicto que permite el retorno de los judíos exiliados en Babilonia, es decir, hay una diferencia de casi 200 años. 

La profecía como genero literario es muy difícil de leer y entender, si lo hacemos desde la perspectiva moderna, porque los antiguos israelitas tenían una manera fundamentalmente diferente de ver y entender el mundo y de como se manifestaba D´os a los humanos. El profeta era el intermediario humano para trasmitir un supuesto mensaje divino.

Sobre los diferentes autores y temas que se pueden encontrar en el libro de Isaías, podemos identificar que los capítulos 13 al 23 hablan sobre los enemigos de Israel, los asirios, filisteos, moabitas, etc. pero en el capítulo 40 cambia radicalmente la temática y habla sobre la reconciliación y el monoteísmo. 

La Haftará Vaetjanán, de esta semana es precisamente el inicio del capítulo 40 del libro de Isaías, que habla sobre la consolación al pueblo de Israel y lo incomparable del Creador. 

“¿Quién ha medido con el hueco de su mano las aguas, el cielo con palmo contó, midió con tres dedos el polvo de la tierra, pesó con el fiel de la balanza los montes, y las colinas con los platillos de la balanza?” Isaías 40: 12

“¿Acaso no saben? ¿Acaso no han oído? ¿Acaso no les fue referido de un principio a ustedes? ¿Acaso no han entendido los fundamentos de la tierra? El que está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos habitantes son como langostas, (para Él) El que extiende como una cortina el cielo, y los estiró como una tienda para morar (debajo). El que convierte a los nobles en nada, a los jueces de la tierra como la desolación los hizo. También (estos) son como si no fueron plantados, también como si no fueron sembrados, también como si no hubieran echado raíz en la tierra su tronco, que cuando sopla (el viento) en ellos se secan, y el huracán como paja los lleva” Isaías 40: 21-24

Las cuatro preguntas que hace el profeta, desde la perspectiva del siglo XXI nos hace reflexionar sobre que tanto conocemos sobre los fundamentos del universo. Desde que se escribió el libro del Isaías hasta el presente han pasado al menos 25 siglos. Un tiempo considerable para nuestra historia. Sin embargo, la idea, la comprensión sobre el tamaño del universo en el que vivimos, es muy reciente. De las primeras ideas sobre las dimensiones del universo de Nicolás Copérnico, Galileo Galilei, Johannes Kepler, del renacimiento a la era moderna con los telescopios más potentes y descubrir que el universo se expande con Edwin Hubble en 1929, al telescopio espacial, y los radiotelescopios, nos damos cuenta que solo una idea aproximada, pero abrumadora el tamaño del universo es muy reciente, un poco menos de 100 años. En términos prácticos el solo hecho de intentar imaginar el tamaño del universo, muy grande pero finito es verdaderamente muy difícil, con los datos actuales estimamos que el universo tiene una edad de 13,800 millones de años y un tamaño 93,000 millones de años luz. Tratar de entender la idea del infinito está totalmente fuera de nuestro alcance, es inimaginable, está fuera de nuestra experiencia posible. 

También estamos muy conscientes que lo que sabemos sobre como funciona el universo solo es una fracción muy pequeña. Es decir, que con los conocimientos actuales solo podemos describir el 5 % del universo conocido, el 95% lo representa la materia obscura y la energía obscura.  Por supuesto eso no nos desanima a querer aprender y conocer más sobre esta estructura maravillosa, sobre la creación. 

Dentro de nuestra tradición judía, específicamente en el misticismo judío, también encontramos ideas muy interesantes sobre como entender el universo. En su tesis doctoral del Dr. Mario Javier Saban del año 2012 “El misterio de la creación y el árbol de la vida en la mística judía: una interpretación del Maasé Bereshit” nos presenta el pensamiento e ideas de los cabalistas ellos Isaac Luria (1534-1572). Junto con los trabajos de Gershom Sholem en “Las grandes tendencias de la mística judía” y de Moshé Idel. El sistema de pensamiento de Isaac Luria nos habla sobre un triple proceso: el tzimtzum, Shevira Ha Kelim y Tikun. El primero es la idea de la limitación, el ocultarse a sí mismo de D’os, en un proceso de contracción, en donde D’os abre un espacio para la creación, el segundo es el “rompimiento de los vasos” en donde el vaso culminante fue Adam Kadmon el hombre original, y la última en donde se centra la doctrina de Luria es el Tikun proceso salvador de restitución y restauración ya que es el trabajo de los hombres. Esta última idea es muy importante porque es en donde nosotros si podemos actuar, si tenemos la capacidad de participar en la restauración y nuestras acciones sin influyen.

Sobre la pregunta del profeta ¿Acaso no han entendido los fundamentos de la tierra? Nos lleva a preguntarnos ¿Cuál es el sentido de la existencia? El Dr. Mario Saban nos dice en ese sentido que la espiritualidad en el mundo judío es una potente herramienta para el crecimiento espiritual del ser humano y el saber cuál es el sentido de nuestra vida individual y el porqué estamos aquí es un proceso individual de reflexión e introspección. En el judaísmo es muy importante la acción, es decir la manera en que podemos contribuir e influir de manera positiva sobre el curso de la vida es actuando de manera práctica, en lo individual, en nuestra comunidad y en donde llevamos nuestras vidas diariamente. Para los cabalistas dentro del árbol de la vida y sus diez dimensiones existe una interacción dinámica, entre las diferentes sefirot y nuestras acciones equilibran y cambian la energía entre las diferentes sefirot.  La pregunta sigue tan vigente como hace 25 siglos. Tratar de entender el infinito, podría parecer algo imposible, pero también nos recuerda un comentario del rabino Jacques cuando pregunta: ¿Qué tan lejos esta D’os de nosotros? “Esta tan lejos como el este del oeste” D’os puede estar en la punta de nuestras narices o verlo totalmente lejano a nosotros. 

Bibliografía:

Kugel, James L. How to read the Bible, A Guide to Scripture then and now Chapter 30 The Book of Isaiah(s), Pág (539-568)

Saban Mario Javier (2012) El misterio de la creación y el árbol de la vida en la mística judía: Una interpretación del Maasé Bereshit, (pp.50-54) Universitat Rovira Virgili, Tarragona

Agosto 1, 2020.
Av 11, 5780.

Moisés Gutiérrez Aldana

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