Haftará Kóraj
I Shmuel 11:14 – 12: 22
La parashá de ésta semana aborda al golpe de Estado liderado por Kóraj, junto a su séquito de demagogos Datán y Avirám hijos de Eliyab; y On, hijo de Pélet, de la tribu de Reuven, que se revelaron y se levantaron contra Moshé, acompañados por doscientos cincuenta hombres de los hijos de Israel, entre los que había muchos con capacidad de liderazgo y renombre (Bamidbar 16:1-2).
La haftará por su parte, contrasta con una analogía que nuestros rabinos eligieron en la que se abordara la misma temática pero en los libros de los profetas. En éste caso se trata del Primer Libro de Shmuel, justo cuando el pueblo de Israel se rebela con su líder Samuel hanavi quien dirigía al pueblo bajo las ordenes de Dios y, no obstante, el pueblo rechaza esta forma de gobierno y a su vez exigen un Rey que los gobernara.
Leemos:
Mas Samuel dijo al pueblo: Venid, vamos a Guilgal para que renovemos allí el reino. Y fue todo el pueblo a Guilgal, e invistieron allí a Saúl por rey delante del Eterno en Guilgal. (1 Shmuel 11:14-15).
Analizando detenidamente las consecuencias de estas dos porciones que claramente acabaron en el fracaso, en la parashá Kóraj fueron tragados por la tierra misma debido a sus actos y en la segunda Saúl desafió la autoridad de Dios al desobeder una orden directa perdiendo así su reinado, encontrando la muerte ante sus enemigos.
Ambos Kóraj y Saúl, quienes representaban al pueblo, argumentaban que peleaban por causas nobles, Kóraj defendía el derecho y la igualdad y denunciaba el Nepotismo por parte de Moisés y su gabinete de gobierno, asimismo, Saúl argumentó que el desobedecer la orden de Dios fue para respetar la vida de mujeres y niños, así como que el ganado y botín fuera para el beneficio del ejército y del reino.
¿Qué pasa aquí? ¿Acaso el judaísmo no celebra e incita al cuestionamiento? ¿No hay un dicho que reza que si hay dos judíos hay tres opiniones? Si es así, parecen injustas las consecuencias de la lucha por los derechos que Kóraj inició o el respeto a la vida por la que Saúl desobedeció.
La respuesta judía es que hay códigos y momentos para diferir. El talmud menciona “Toda disputa que es para enaltecer el Nombre del cielo, finalmente perduran, más la que no es [para engrandecer] el Nombre del cielo, no se mantendrán. ¿Cuál es una discusión que es para enaltecer el Nombre del cielo? Las discusiones de Shamai e Hilel. ¿Cuál es una disputa que no es para enaltecer el Nombre del cielo? Las discusiones de Kóraj y sus seguidores.
Y culmina el comentario diciendo:
Todo aquel que lleva a la multitud por el camino bueno, ningún pecado pasa por él. Y todo aquel que se dedica a descarriar a los demás, no se le dará oportunidad para arrepentirse. [Avot Cap 5 Mishná 16]
Esta mishná nos habla de dos tipos de discusiones, una está encaminada al bien y la otra es la que solo busca fama y poder.
Sobre el verso de la Torá que dice: “Y tomó Kóraj” (Num. 16:1) Rashi comenta: “se tomó a sí mismo”, es decir, él quería para sí mismo el poder a expensas de otros, y no dudó en desacreditar a sus propios líderes para ese fin. Sin embargo, fracasó. Como dicen los sabios:” Quien sólo persigue fama, ésta se le irá de las manos” (Erubin 13B).
En el caso de Samuel, el pueblo enfrenta a su líder e inicia una controversia con el argumento de que tener un Rey los hará parecerse a los demás pueblos haciendo de su petición un cliché sin un fin verdaderamente relevante.
¿Qué aprendemos entonces de ambos pasajes?
Por supuesto que se vale diferir con tus líderes y puedes hacer manifiestas tus inconformidades por la vía correcta, pero no como vulgares incitadores que levantan a los demás con una supuesta bandera de justicia y derecho, solo para tener fama y provocando la fractura interna.
Si hay inconformidad se inician sugerencias, se ofrecen argumentos, pero no se boicotean el trabajo de sus líderes, sino más bien se colabora con ellos.
Puede haber oposiciones, pero éstas se deben manifestar en el tiempo adecuado, es decir cuando hay paz y tranquilidad, pero no puedes desafiar a tus líderes en medio de la guerra, en medio de la vulnerabilidad, en esos momentos las diferencias se dejan a un lado para colaborar por un fin común y hacer un solo frente. En ambos textos el pueblo estaba bajo vulnerabilidad, batallando con las adversidades del desierto y con Samuel se experimentaban tiempos donde se necesitaba una consolidación como pueblo bajo la dirección de Dios.
Por eso es mitzvá: “No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al dirigente de tu pueblo” (Shemot 22:28) pues se trata de ayudarlo en tiempos difíciles para salir todos adelante, no para crear golpes de estado justo en tiempos de desavenencia donde es difícil liderar.
Pues está escrito en el libro del profeta Zacarías: “Amad pues la verdad y la paz” (Zacarías 8:19). Es decir, defendamos la verdad, pero siempre preservando la paz.
Sahabat Shalom
Israel Rocha
5 Tamuz 5783
24 Junio 2023
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