Parashá Behaalotejá
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Parashá Shelaj Lejá

Se llama Shelaj Lejá porque comienza con las palabras “Envía tus hombres a espiar la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel”.

Como acabamos de oir en las lecturas, pareciera que estas palabras corresponden a un mandato del Eterno cuando te dice “Envía hombres a espiar”, pero la verdad es que no es así. No es algo que Dios mandara a los hijos de Israel. El ya les había dicho que les había dado Canaán.

En realidad no es un mandato divino por lo siguiente: Empieza la Parashá con las palabras Shelaj Lejá, y esto significa “Envía por tí mismo” o “Envía para ti” de manera que esto se debe entender como que el texto está diciendo en realidad: “Si envías espías, que sea por necesidad tuya, bajo tu propia responsabilidad y por tu propia decisión”. Eso es lo que se está diciendo. O sea, “si envías espías, hazlo por ti mismo”, por eso es “Shelaj Lejá”.

Porque el Eterno ya les había dicho que les entregaría Canaán, así que, ¿Por qué necesitarían entonces espías para poner en alerta al pueblo y el lugar en donde ir y cómo estaba y si lo podían dominar o no? Eso en realidad ya estaba claro. Dios ya les había dicho que les iba a entregar esa tierra.

Entonces, el hecho de mandar espías, es claramente una falta de confianza. Una falta de fé ante el Eterno. ¿Esto por qué lo sabemos, que no es un mandato divino? Aparte de lo que acabo de exponer, en una parte en Deuteronomio habla sobre este hecho, sobre este acontecimiento, pero da un poco de más detalles.

En Devarim, refiriéndose a este hecho, leemos algo que aclara el contexto de lo que estamos hablando. Dice Deuteronomio 1:22 “Y vinieron a mí todos ustedes diciéndome: enviemos hombres delante de nosotros y reconozcan para nosotros la tierra, y nos traigan información acerca del camino por donde hemos de ir y las ciudades a las que habremos de llegar”.

Entonces aquí Moisés dice “Y vinieron a mi todos ustedes diciéndome: enviemos hombres…” entonces esto de enviar espías no es un mandato divino, repito: es una necesidad que tenía el Pueblo, por sus propias inseguridades, su falta de confianza. Incluso había hombres, como también leímos, que estaban en desacuerdo constante con Moisés y con las ordenanzas y con lo que se hablaba en este contexto. Estaban en contra de todo esto; y constantemente decían: “mejor regresemos a Egipto, allá estábamos mejor”. Nos decían ese tipo de cosas.

Hechos que siempre entraban en conflicto, había obviamente disidentes. Entonces, ¿qué sucedió después de mandar, o sea, después de que Moisés accede a mandar a hombres a espiar, debido a la presión de la gente? Bueno, pues al regreso, había espías que hablaban negativamente diciendo “no vamos a poder, allá hay gente gigante, está fortificada, está muy bien protegida. Nosotros no vamos a poder realizar esto, mejor vámonos, regresémonos a Egipto. Estábamos mejor allá”.

Entonces hablaban estos espías con la intención de desmoralizar y acreditar también a los disidentes y conflictivos que tenían ya harto por supuesto a Moisés con su falta de fé. Cuando Ioshua y Caleb hablaron entonces a su vez positivamente: “Sí se puede, sí podemos hacerlo, si entramos y hacemos tal o cual cosa sí podremos hacerlo”. Cuando hablan positivamente, entonces estos mismos disidentes y conflictivos los atacaron y hasta querían apedrearlos y decían que preferín aún así las comodidades de Egipto, en lugar de esforzarse por lo que el Eterno ya les había otorgado desde antes.

Este es el contexto de esta Parashá. En realidad es una falta de fé. Una falta de confianza cuando Dios te dice que ya eso es tuyo y prefieres la comodidad de Egipto. Bien dice Fromm que cuando salen los hijos de Israel de Egipto, llevan a Egipto consigo. No pudieron sacar a Egipto de sus mentes. Egipto en nuestro contexto judío, es como una metáfora también para hablar de la opresión, de la esclavitud. Y la esclavitud, tiene que ver en muchos contextos; uno de ellos es la esclavitud mental. La esclavitud mental es una de las cosas más terribles que pasan en este mundo. La esclavitud mental te hace ser un seguidor fiel y ciego de personas que solamente te conducen a lo que ellos quieren conducirte.

Esa es otras manera de mostrar la esclavitud. Una esclavitud intelectual. Entonces, de esta manera, me gustaría desarrollar un poco esta trama que encontramos en la Torá. La lectura de la Torá no siempre tiene que ser literal. Tenemos la obligación como judíos liberales, de sacar algo que nos pueda servir. Los valores importantes de la Torá. Hemos hablado muchas veces que el estudiar la Torá no es solamente leerla. Es más, no es importante ni quién lo hizo ni en dónde lo hicieron ni cuándo lo hicieron, sino por qué lo hicieron. Por qué hay estas historias, por qué se muestran de esta manera. Qué podemos nosotros aprender.

Yo creo que en este contexto, lo mismo sucede en nuestros días, cuando el Eterno por medio de la razón que te da, la inteligencia que hace que tus dogmas queden atrás, dándole el valor que merece la libertad de razona, de decidir y de pensar, porque la libertad también requiere un esfuerzo, también requiere conocimiento; también requiere lectura, análisis, para no estancarse en el fundamentalismo, y en algo que es más peligroso, que es el adoctrinamiento.

Pero por supuesto, siempre habrá personas que prefieren la comodidad del adoctrinamiento: “mejor dime qué es lo que debo de hacer, qué es lo que debo de seguir” y cuando les preguntas “¿por qué lo haces?”, “porque está escrito nada más”. Pero no está basado en algo realmente productivo. Entonces muchos prefieren esto: adoctrinamiento siempre, ser seguidores fieles de santones, en esto, en el ámbito religioso, pero también lo hay en el ámbito laico. Hay gente que son adoctrinados y son seguidores fieles y hacen santones sociales y políticos modernos.

Shabbat Shalom.

26 Sivan 5779.
Israel Rochaw

twitter: @MxBrit

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