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Parashá Shoftim

En XV Congreso de Investigación en Ciencias Administrativas1 se presentó el caso sobre la situación de las empresas en México y América Latina nos dice que el 99% de las empresas pertenecen al sector de micro, pequeñas y medianas. De ese total la mayoría son de tipo familiar y han sido administradas y dirigidas por su fundador. Cuando llega el momento de la transición, únicamente el 30% de ellas logra con éxito la transición a la segunda generación, y únicamente el 10% a la tercera generación, lo que representa una mortandad empresarial del 90% con todo el impacto negativo que tiene en los aspectos económicos, de empleo y sociales que afectan a un país. Son varios los problemas que se presentan en el cambio generacional. Uno de los más importantes es que los sucesores del líder fundador, no comparten algunas de las características de liderazgo con los que inicio la empresa, como son compromiso, entusiasmo, dedicación, creatividad, vocación empresarial, conocimiento de la operación, disciplina. El sucesor muchas veces no cuenta con las características, ni habilidades, o el conocimiento aún cuando cuente con una formación profesional. La tarea y decisión de quien va a continuar con el proyecto de empresa no es fácil y la preparación del futuro líder puede tomar años de preparación, además de la disposición de aprendizaje del sucesor.

En parashat de esta semana Shofetim, Moshé promete que lo reemplazará un profeta como él.” Un profeta suscitaré para ellos de en medio de sus hermanos como tú, y pondré mis palabras en su boca, y hablará a ellos todo lo que le ordenaré” Deuteronomio 18:15-18 Ya anteriormente el Eterno había nombrado a Yehoshúa hijo de Nun: “ Designe el Eterno Dios de los espíritus de toda carne, un hombre sobre la congregación; que salga delante de ellos, que entre delante de ellos, que los saque y que los traiga; para que nos sea la congregación del Eterno como un rebaño que no tiene pastor” Números 27:15-17

Dando un giro, pero entorno a la misma idea la Torá dice: “Sucederá que cuando se sentare sobre el trono de su reino, escribirá sobre sí una copia de esta Ley en un libro, delante de los kohanim leviím. Estará con él, y leerá en ella todos los días de su vida, para que aprenda a temer al Eterno, Dios tuyo, a fin de cuidar todas las palabras de esta ley, y los estatutos para cumplirlos; para que no se ensoberbezca su corazón sobre sus hermanos; y para que no se aparte del precepto, ni hacia la derecha, ni hacia la izquierda, a fin de que se prolonguen los días de su reino, a él y a sus hijos en medio de Israel”. Deuteronomio 17:18-20

¿Porqué la Torá nos habla dos veces sobre el sucesor de Moshe? El Eterno ya había designado al sucesor, que era alumno de Moshé ¿Porqué no los hijos de Moshé, Gershom o Eliezer? El Eterno designa a Yehoshúa como nuevo líder del pueblo de Israel, con la misión de conquistar la Tierra Prometida, pero se requería de un líder que tuviera las características y atributos para lograrlo entre ellos el estudio de la Torá y observar los preceptos del Eterno. El tema de la sucesión de liderazgo que nos habla la Torá sigue siendo totalmente vigente hoy en día y lo podemos observar en los cambios generacionales en las organizaciones.

La Tora también nos dice que el rey que se designe para el pueblo de Israel, deberá escribir, conservar y estudiar la el libro de la ley, todos los días de su vida. Es decir, para que alguien pueda ser designado como rey debe ser alguien preparado y tener los conocimientos, pero no es suficiente, también “debe estudiar todos los días de su vida”. También tiene un significado relevante hoy en día, porque un líder, no solo debe de ser alguien preparado profesionalmente sino también debe hacer un trabajo reflexivo sobre las decisiones que toma en una organización, de manera permanente y no solo perseguir objetivos sobre maximizar utilidades o incrementar segmentos de mercado.

¿Como podemos dar significado a lo anterior? ¿Necesitamos ser directores de empresas, gente de negocios, gerentes, jefes, políticos, gente que ocupa puestos de poder? La respuesta es no. Todos pertenecemos a una familia y en algún momento de la vida nos toca hacer el relevo en el cambio generacional y ocupamos queramos o no un puesto de liderazgo, en el cual debemos ser el ejemplo para nuestros niños, transmitirles nuestros valores del judaísmo, así como el trabajo reflexivo en cada shabat y con el estudio de la Torá.

7 Elul 5779
Moisés Gutiérrez Aldana

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