Tradicionalmente el Yom Kipur se basa en el texto de levítico que dice: “deben afligirse a sí mismos – v’initem et-nafshoteijem -” en el décimo día del séptimo mes ” , ” de la tarde a la noche ” (Levítico 23: 27-32). Para el judaísmo rabínico se entiende por aflicción a cinco prohibiciones que se encuentran en el talmud (Mishnah Yoma 8: 1)

1. No comer ni beber.
2. No bañarse
3. No perfumarse
4. No usar zapatos de cuero.
5. No tener relaciones sexuales.

En el judaísmo liberal para que las observancias rituales tenga un sentido humano se deben explorar las enseñanzas éticas.  Los judíos liberales pueden cuestionar si todas estas prohibiciones son aplicables o no a nuestra observancia de Yom Kipur. Si bien la mayoría de los judíos liberales adoptan la primera prohibición sobre ayunar, los demás podrían considerarse irrelevantes para el propósito principal del día, que es completar el proceso de teshuva, ‘regresar’ , confesando nuestros errores ante Dios y haciendo un viaje hacia el perdón y la expiación.

Hay muchos problemas en el mundo como para confinar estas prohibiciones en solo rituales sin sentido moderno, bien podemos aprovechar la ocasión para concientizarnos y actuar, y solo de esta forma darle sentido a nuestra fe.

1. No comer ni beber.
Es importante destacar que la haftará reservada para leer en la mañana de Iom Kipur es el capítulo 58 de Isaías, se centra en el profeta cuando amonesta a aquellos que sienten que han cumplido su obligación con Iom Kipur solo ayunando y ya.  Isaías nos recuerda que el ayuno que el Eterno quiere es liberar a los esclavos  y a los oprimidos, alimentar a los hambrientos, vestir a los desnudos y dar refugio  a las personas sin hogar (58: 6-7). Entiéndase que el mensaje no es que uno no se deba ayunar, sino que nuestro ayuno  debe recordarnos  a los necesitados y hacer algo para darle de comer a tanta gente que hoy mismo ayuna por necesidad porque no tiene que comer.

2. No bañarse.
La primera prohibición incluye ‘no beber’ . Hoy día hay muchos lugares en mundo donde la gente muere de sed. Y luego, está la segunda prohibición de bañarse. Todos nosotros deliberadamente podemos bañarnos cuando lo deseemos. Pero hay lugares incluso en México donde el agua no llega. Es casi imposible imaginarse en la ceguera de nuestra realidad que aún hay millones de personas en todo el mundo no pueden darse el lujo de bañarse. Si la idea de no bañarnos por un día nos hace sentir incómodos, imagine lo que es no tener la oportunidad de sumergirse en agua limpia, mientras a nosotros se nos olvida la dicha y el privilegio de solo abrir la llave y sale agua para nosotros, tan usual y cotidiano que se nos olvida dar gracias por el privilegio de contar con agua, y conscientes de eso por lo menos corresponder en cuidarla.

3. No perfumarse.
El Talmud dice ‘Ungir’ se trata de usar cremas faciales y corporales, maquillarse y usar perfume.  En Yom Kipur , el autocuidado físico involucrado en nuestros rituales diarios de unción es reemplazado por el autocuidado espiritual y el autoexamen. Casi siempre nos preocupamos por arreglarnos, vestirnos bien, perfumarnos, pero se nos olvida el cuidado de nuestra alma, de nuestro espíritu, que los demás vean no solo un físico agradable sino un alma comprensiva, empática y caritativa.

4. No usar zapatos de cuero.
La prohibición de usar zapatos de cuero, simbólicos de nuestro dominio sobre otros seres vivos, podría ser una oportunidad también de no ser tan egoístas y pensar en los animales. Que dejen de ser juguetes para nuestros hijos, que si los adoptamos los mantengamos dignamente, responsabilizarnos por su cuidado médico y su necesidad de esparcimiento y si no tenemos mascotas, hacer algo por los animales de la calle. Podría ser la revelación divina para nuestro despertar a la compasión animal. Esto podría ser algo como guemilut jasadim para estos seres vivos que jamás nos compensarían más que con amor y lealtad que a los humanos tanta falta nos hace.

5. No tener relaciones sexuales.
La enseñanza judía tiene una actitud muy positiva hacia el sexo. De hecho, es una mitzvá tener sexo en Shabat. Pero la cultura contemporánea se ha obsesionado con el sexo. A medida que el sexo se ha mercantilizado, se ha vuelto más libre y promiscuo se reducen también las sensaciones psico afectivas y vinculantes entre las personas. Hoy día no es raro tener sexo ocasional deliberado y sin importancia, confinando sólo al acto de satisfacción dejando al olvido el amor, el compromiso y la lealtad. Olvidando así la más importante base ética del judaísmo que afirmo Rabí Akiva: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” – V’ahavta lereaja kamoja (Levítico 19:18).

Shalom!

Israel Rocha
Presidente de la Unión de Judíos Liberales
Brit Brajá de México

www.britbraja.mx
Twitter: @MxBrit

[La imagen puede estar sujeta a derechos de autor]