Por Jorge S: Bolaños D. (Asher ben Abraham v Sarah)

Comentario a la Haftará de la Parasha Lej Lejah

Por Jorge S: Bolaños D. (Asher ben Abraham v Sarah)

16-10-2021 

Parashá lej leja nos habla de Abraham, el único ser mencionado por Dios en el Tanaj como “el que me amó”.

El estudio y análisis de la relación que guardan las haftarot con las lecturas de la Torah, ha llevado a diferentes posturas y teorías respecto al momento, causa y forma de su implementación en la historia. Una de las teorías más aceptadas es que estas tomaron su actual lugar de manera gradual en base a motivos distintos a lo largo de cientos de años; acorde a la situación que en el momento vivía el pueblo judío. Pasando de un modelo de lectura trienal y anual usado en Jerusalem y babilonia en la época posterior a la destrucción del segundo templo; a conservarse sólo el modelo babilónico anual.

”En Israel, o al menos en la Galilea, se estableció un ciclo de tres años para la lectura de la Torá”…”Esto se conoce igualmente como ciclo trienal; en contraste, un ciclo anual de lectura de la Torá se estableció en Babilonia y posiblemente en otras partes de Israel al mismo tiempo” (Simon, 2016).

Ahora bien, las haftarot parecerían estar organizadas alrededor de ideas o eventos específicos. Los pasajes proféticos de Isaías comprendidos en esta Haftarah parecieran no guardar relación directa con la Parashá Lej-Lejá en cuanto a los eventos de la narración. En cambio hallamos una similitud en oposición de ideas. 

La haftarah correspondiente a la parasha de esta semana, es tomada del libro de Isaías, comprende los versículos 27-31 del cap. 40  y 1-16 del cap. 41.

Para su análisis y comprensión me propongo contextualizar brevemente señalando un resumen de la parashá lej lejá. Señalar quién fué Isaías, el contexto socio político durante el período en que profetizó; para pasar al comentario de la haftará y finalizar con mi conclusión personal sobre el texto.

Resumen de la parashá Lej lejá

• Dios instruye a Abram a salir de su tierra
• Abram y Sarai van a Egipto, èl la presenta como su hermana con la finalidad de que faraòn no lo mate para quedarse con su mujer.
• Faraòn despide a Abram de Egipto y le da riquezas para que se marche junto con su mujer para no ser maldecido
• Abram y Lot se separan y toman caminos diferentes; posteriormente, Abram rescata a Lot que fué hecho cautivo junto con todos lo suyos. 
• Abram recibe el sueño premonitorio de la esclavitud del pueblo hebreo en Egipto
• Sarai entrega a Abram su sirvienta Hagar como concubina; ésta le concibe un hijo al que llaman Ishmael.
• Dios reitera con Abram su pacto llamándole ahora Abraham; y a su esposa Sarai la llama Sarah. Se establece como señal de este pacto, el brit milà, para todo varòn de la casa de Abraham; quien entonces ya contaba con 99 años. (Sefaria.org, 2021)

¿Quién fué Isaías?

Isaías, hijo de Amos, era miembro de la familia real. Hizo su primera aparición pública como profeta divinamente inspirado en el año 3142 y por un período de 86 años desempeñó su labor en el reino de Judá cuya capital era Jerusalem, habiendo iniciado 47 años antes; durante el último año del rey Uzías, bisabuelo de Ezequías (Isaías 6: 1,8). Es así que, su trabajo abarcó los reinados de cuatro reyes en Judah (Isaías 1: 1). Uzías, Jotam, Achaz y Hezekiah.

El contexto socio político 

Isaías vivió durante el surgimiento del reino de Asiria, poderosa potencia militar que durante mucho tiempo sometió al asedio a los reinos de Israel y de Judá; en una turbulenta época que puso a prueba la fidelidad y aprendizaje de los judíos de las experiencias vividas por sus ancestros. De inicio, ya divididos en dos pueblos; así como la fidelidad y sabiduría de sus sucesivos monarcas.

Durante el reinado de Uzías, Jotam, Achaz y Hezekiah continúan los grandes cambios políticos, sociales y geográficos en el otrora gran reino de David. Estos dan inicio cuando Dios castiga a Salomón por idolatría; pues este desvió su camino del que su padre había seguido; ya que, debido a su excesiva afición por las mujeres, cede en su vejez a complacerlas y construir sitios de adoración para otros dioses (El Eterno ya en dos ocasiones le había advertido que desistiera de la idolatría y la unión con mujeres no judías); por lo que le dice “arrancaré el reino de tí y lo daré a uno de tus sirvientes… no en tu tiempo de vida…lo arrancaré de tu hijo…pero le dejaré una tribu por motivos de mi siervo David y por motivos de Jerusalem la cual he elegido” (Reyes 11:11-13) 

Al morir Salomón su hijo Rejoboam sube al trono; pero mal aconsejado,usa una errónea estrategia política y económica, dando como resultado que las tribus del norte se separan formando el reino de Israel, con Jeroboam hijo de Nabat efrateo, siervo de su padre Salomón, como su rey. Ya como monarca del nuevo reino de Israel, Jeroboam prohíbe al pueblo ir a Jerusalem a adorar a Dios y en cambio, establece sitios de adoración pagana en los cuatro extremos de su reino. A partir de aquí la división y rivalidades entre el norteño reino de Israel y el de Judá en el sur trajeron consigo decisiones políticas nefastas que dieron lugar a que los monarcas asirios y posteriormente los babilonios, pusieran en la mira a los reinos de la tierra prometida, la desaparición del reino de Israel, el exilio de las diez tribus del norte y finalmente, la conquista de Judá, destrucción del primer templo y exilio de los principales ciudadanos de Judá.

Ubicación geográfica de los reinos de Israel y de Judá

Cronología de reyes Asirios y de Judah

en tiempos de Isaías

Características de los reyes Asiria y de Judá de este período

Uzías

Un buen rey en Jerusalén.

También se llama Azarías.

Se convirtió en rey a los 16 años.

Su padre Amasías fue asesinado en Laquis al suroeste de Jerusalén.

Uzías buscó a Dios en los días de Zacarías.

Reconstruyó Elat (Eziongeber) al sur de Judá (1 Reyes 9:26).

Conquistó a los filisteos y sus pueblos a lo largo de la frontera occidental de Judá.

Conquistó a los meuenitas (territorio de Simeón 2 Crónicas 4: 3943).

Ver 2 Crónicas 26: 1, 2 Reyes 14:21.

Jotham

Hijo de Uzías (arriba).

Un buen rey en Jerusalén.

Él “ordenó sus caminos delante del Señor”.

Se convirtió en rey a los 25 años.

Conquistó a los amonitas.

Se encontró con la oposición de Siria e Israel.

Ver 2 Crónicas 26:23, 2 Crónicas 27:19, 2 Reyes 15: 3238.

Achaz

Hijo de Jotam (arriba).

Un mal rey en Jerusalén.

Adoraba ídolos.

Se convirtió en rey a los 20 años.

Isaías le aconsejó (Isaías 7).

Durante su reinado, Judá fue atacada por todos lados.

Ver 2 Crónicas 27: 9, 2 Crónicas 28: 127, 2 Reyes 16: 120.

Hezekiah

Hijo de Achaz.

Uno de los mejores reyes de Jerusalén.

Destruyó la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque se había

convertido en un ídolo.

Investido rey a los 25 años.

Israel cayó ante Asiria durante su reinado, pero las oraciones de Hezekiah salvaron a Judá, e Isaías lo animó.

Ezequías estaba muriendo, pero Dios respondió a sus oraciones, otorgándole quince años más de vida.

Ver 2 Crónicas 2932, 2 Reyes 1820.

Oseas

Rey de Israel en el año 12 del reinado de Acaz en Judá.

Un mal rey y el último en reinar sobre Israel.

Vasallo y tributo anual a Shalmaneser, rey de Asiria.

Conspiró con el rey de Egipto contra Asiria.

Fue descubierto y encarcelado por Shalmaneser .

Samaria su capital fue derrocada.

Israel fue llevado al exilio.

Ver 2 Reyes 17.

(Graham, 2016)

Comentario a la haftará

He elegido el desglose y análisis de los versìculos (Isaías 40:27-28 y 41:8-16 ) por considerarlos representativos de un mensaje que, debemos recordar fué dado a través del reinado de cuatro reyes de Judá; por lo que como ya mencionaba Rashi, la cronología no es asunto sencillo de establecer:

Isaías cuestiona las quejas de un pueblo sufriente, que se percibe así mismo como invisible, negado o abandonado de Dios dado el sufrimiento terrible que estaba soportando; en un momento que Abarbanel interpreta que se ubica en el exilio; y al respecto, menciona como Dios dió poder y grandes triunfos en batalla ( hay quienes interpretan que el versìculo aplica al patriarca Abraham, y quienes opinan que se refiere a Ciro Rey de Persia). El profeta alude a esa sensación de abandono mezclada con injusticia experimentada por el pueblo, a tal grado que, considera que el juicio de Dios se ha visto nublado para con ellos.

También recuerda al pueblo la grandeza de Dios y las bendiciones de poner su esperanza en Él, aclarando que la mente humana no es capaz de dimensionar o comprender la sabiduría de El Eterno ni sus intenciones, dada la cortedad de su tiempo de vida y de visión; más omnipresentes en Dios. Por lo que invita a considerar que existe un propósito en la espera del momento adecuado para que llegue el alivio; y da una utilidad a la expiación de las faltas, a través de las aflicciones; además de que el retraso en la entrega de los beneficios es un motivante para renunciar a las transgresiones y gozar de los resultados.

En el mensaje del profeta hay esperanza, promesa de protección y triunfo sobre los enemigos de los hijos de Israel; pues, a pesar de ser un pueblo tan pequeño e insignificante en poder y número (como un gusano), Dios confía en que; aún en circunstancias extremas, en medio de situaciones adversas y complicadas, tienen la capacidad y pueden usar su voluntad para mantener su fidelidad y rectitud. No importa el lugar, país o región donde se encuentre un judío, ni de qué clase social, oficio o raza proviene, el pacto con El Eterno será siempre fiel y vigente. Así lo mantuvo con Abraham desde los extremos de Caldea y siendo este, descendiente de idólatras; sin que esto fuese impedimento alguno. Antes bien, fué su firme compromiso admirable perseverancia y confianza, lo que le dió el mérito para ser elegido y amado por Dios.

A través de las palabras del profeta, Dios invita a su pueblo elegido a permanecer sin temor alguno, en su compañía y a su cuidado. Se refiere a lo que pasarà en el futuro, pues babilonia derrotará a judá, pero en su momento persia la hará caer con todo y su orgullo y verá impotente cómo los judíos regresan a su tierra y reconstruyen su templo, por instrucción de Dios; con la venia y apoyo de Ciro el rey persa. 

Lo que se requiere al pueblo es tener la confianza bien fundamentada en Dios; tal que, eventualmente, a través de la rectitud de actos y de perseverancia en sus labores cosecharán un buen fruto. Los resultados serán positivos y aquello que antes había llevado a la desgracia, tras ser corregido, llevará de vuelta al bienestar.

Aún cuando el pueblo de Israel era pequeño y débil; (e irónicamente Babilonia llegó a considerar al reino de judá como simples gusanos), recibirá los medios con los que se manifestará la fortaleza y poder que El Eterno le otorga para su recuperación. Con vigor y fuerza  revitalizada y tendrá la capacidad para doblegar a quien se le oponga ya sea reinos o dignatarios, tal como fué antes con sus ancestros. La desgracia será revertida sobre los destructores de Judá y serán sus cuerpos los que queden sin vida, mientras los hijos de Israel tomarán para sí ganancias de los tiranos (léase aquí Babilonia).

CONCLUSIÓN

la constancia en voluntad, firmeza de fe en Dios y humildad de Abraham; enfrentada a la debilidad ante el poder, la ambición, la lujuria y la fe dispersa mostrada por los reyes y el pueblo de los reinos de Judá e Israel, durante el período profético de Isaías son un excelente comparativo a lo paradójico de la reacción del pueblo judío (y el ser humano en general), que en tiempos de bonanza, relajó su disciplina, moral y mutuo respeto, considerando un hecho inamobible los bienes y la paz recibidos, olvidando de dónde vienen y las condiciones por las que los alcanzó y mereció. Tal es el caso de los malos monarcas y de los “buenos” que a la postre perdieron el rumbo entre la abundancia y los excesos. 

Y ¿cómo es en nuestros días? ¡exactamente igual! prueba de ello la dan aquellos dignatarios y funcionarios que tras gozar de un pequeño coto de poder caen en el error de normalizar la transgresión de leyes y derechos ajenos, igual que aquellos que consideran tener tal poder o influencia que los vuelve inmunes, para en cualquier momento (y para fortuna de los afectados), caer o ser traicionados por los de su misma especie. 

No estaría de más mencionar también al ciudadano promedio, conocido, compañero, amigo o pareja y rodilla, que por aprendizaje, directo o indirecto, y ante la mínima oportunidad miente, engaña, roba, pide préstamos que no pagará, se compromete a tratos que no cumplirá o fidelidades que no guardará, justificándose en su derecho inalienable, innato e irrefutable y toda clase de florituras dialécticas, con tal de que sea siempre alguien más quien cargue con la culpa o responsabilidad de la transgresión que generalmente asevera haber cometido dentro de lo permitido.

¡Gracias por su atención!

References

Graham, R. (2016). Background to Isaiah. simplybible.com. Retrieved 10 12, 2021, from https://www.simplybible.com/pdf/f598-background-to-isaiah.pdf

Itzjak, D. B. (n.d.). La Torah.

Sefaria.org. (2021, 10 14). Tanakh. The Sefaria Library. Retrieved 10 14, 2021, from https://www.sefaria.org/topics/abraham?tab=sources

Simon, C. (2016). rabino. Federation of Jewish men clubs.

ANEXO

HAFTARAH: LEJ-LEJÁ

Isaiah – Capítulo 40

27 ¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas, oh Israel: “Mi camino está escondido de El Eterno, y de mi Dios pasó mi juicio”?

כזלָ֚מָּה תֹאמַר֙ יַֽעֲקֹ֔ב וּתְדַבֵּ֖ר יִשְׂרָאֵ֑ל נִסְתְּרָ֚ה דַרְכִּי֙ מֵֽיְהֹוָ֔ה וּמֵֽאֱלֹהַ֖י מִשְׁפָּטִ֥י יַֽעֲבֽוֹר:

28 ¿No sabéis, si no lo habéis oído, que un Dios eterno es el Señor, el Creador de los confines de la tierra? No se cansa ni se fatiga; no hay que sondear su entendimiento.

כחהֲל֨וֹא יָדַ֜עְתָּ אִם־לֹ֣א שָׁמַ֗עְתָּ אֱלֹהֵ֨י עוֹלָ֚ם | יְהֹוָה֙ בּוֹרֵא֙ קְצ֣וֹת הָאָ֔רֶץ לֹ֥א יִיעַ֖ף וְלֹ֣א יִיגָ֑ע אֵ֥ין חֵ֖קֶר לִתְבֽוּנָתֽוֹ:

29 El que da fuerzas al cansado, y al que no tiene, aumenta las fuerzas.

כטנֹתֵ֥ן לַיָּעֵ֖ף כֹּ֑חַ וּלְאֵ֥ין אוֹנִ֖ים עָצְמָ֥ה יַרְבֶּֽה:

30 Los jóvenes se cansarán y se fatigarán, y tropezarán.

לוְיִֽעֲפ֥וּ נְעָרִ֖ים וְיִגָ֑עוּ וּבַֽחוּרִ֖ים כָּשׁ֥וֹל יִכָּשֵֽׁלוּ:

31 Pero los que ponen su esperanza en el Señor renovarán [su] vigor, levantarán alas como las águilas; correrán y no se cansarán, caminarán y no se cansarán.

לאוְקוֵֹ֚י יְהֹוָה֙ יַֽחֲלִ֣יפוּ כֹ֔חַ יַֽעֲל֥וּ אֵ֖בֶר כַּנְּשָׁרִ֑ים יָר֙וּצוּ֙ וְלֹ֣א יִיגָ֔עוּ יֵֽלְכ֖וּ וְלֹ֥א יִיעָֽפוּ:

Isaiah -Capìtulo 41

1 Sed silenciosas para mì, islas, y reinos renovarán su fuerza; se acercarán, luego hablarán, juntos para juicio acerquémonos.

אהַֽחֲרִ֚ישׁוּ אֵלַי֙ אִיִּ֔ים וּלְאֻמִּ֖ים יַֽחֲלִ֣יפוּ כֹ֑חַ יִגְּשׁוּ֙ אָ֣ז יְדַבֵּ֔רוּ יַחְדָּ֖ו לַמִּשְׁפָּ֥ט נִקְרָֽבָה:

2 ¿Quién despertó del Oriente, [aquel] a quien acompañó la justicia? Puso naciones delante de él y sobre reyes le dio dominio; Hizo su espada como polvo, su arco como rastrojo arrastrado por el viento.

במִ֚י הֵעִיר֙ מִמִּזְרָ֔ח צֶ֖דֶק יִקְרָאֵ֣הוּ לְרַגְל֑וֹ יִתֵּ֨ן לְפָנָ֚יו גּוֹיִם֙ וּמְלָכִ֣ים יַ֔רְדְּ יִתֵּ֚ן כֶּֽעָפָר֙ חַרְבּ֔וֹ כְּקַ֥שׁ נִדָּ֖ף קַשְׁתּֽוֹ:

3 Los persiguió y siguió adelante con seguridad, por un camino por el que no había llegado con los pies.

גיִרְדְּפֵ֖ם יַֽעֲב֣וֹר שָׁל֑וֹם אֹ֥רַח בְּרַגְלָ֖יו לֹ֥א יָבֽוֹא:

4 Quien trabajó e hizo, Quien llama a las generaciones desde el principio; Yo, el Señor, soy el primero, y con los últimos soy Él.

דמִֽי־פָעַ֣ל וְעָשָׂ֔ה קֹרֵ֥א הַדֹּר֖וֹת מֵרֹ֑אשׁ אֲנִ֚י יְהֹוָה֙ רִאשׁ֔וֹן וְאֶת־אַֽחֲרֹנִ֖ים אֲנִי־הֽוּא:

5 Las islas verán y temerán; temblarán los confines de la tierra; se han acercado y venido.

הרָא֚וּ אִיִּים֙ וְיִירָ֔אוּ קְצ֥וֹת הָאָ֖רֶץ יֶֽחֱרָ֑דוּ קָֽרְב֖וּ וַיֶּֽאֱתָיֽוּן:

6 Cada uno ayudará a su compañero, y a su hermano le dirá: “Fortalecete”.

ואִ֥ישׁ אֶת־רֵעֵ֖הוּ יַעְזֹ֑רוּ וּלְאָחִ֖יו יֹאמַ֥ר חֲזָֽק:

7 Y el artesano fortaleció al herrero, el que alisa con el martillo [fortaleció] al que empuña el mazo; dice del cemento, “es bueno”, y lo fortaleció con clavos para que no se moviera.

זוַיְחַזֵּ֚ק חָרָשׁ֙ אֶת־צֹרֵ֔ף מַֽחֲלִ֥יק פַּטִּ֖ישׁ אֶת־ה֣וֹלֶם פָּ֑עַם אֹמֵ֚ר לַדֶּ֙בֶק֙ ט֣וֹב ה֔וּא וַיְחַזְּקֵ֥הוּ בְמַסְמְרִ֖ים לֹ֥א יִמּֽוֹט:

8 Pero tú, Israel, siervo mío, Jacob, a quien yo escogí, simiente de Abraham, el cual me amó,

חוְאַתָּה֙ יִשְׂרָאֵ֣ל עַבְדִּ֔י יַֽעֲקֹ֖ב אֲשֶׁ֣ר בְּחַרְתִּ֑יךָ זֶ֖רַע אַבְרָהָ֥ם אֹֽהֲבִֽי:

9 A quien agarré desde los confines de la tierra, y de sus nobles te llamé, y te dije: “Tú eres Mi siervo”; Te elegí y no te desprecié.

טאֲשֶׁ֚ר הֶֽחֱזַקְתִּ֙יךָ֙ מִקְצ֣וֹת הָאָ֔רֶץ וּמֵֽאֲצִילֶ֖יהָ קְרָאתִ֑יךָ וָֽאֹ֚מַר לְךָ֙ עַבְדִּי־אַ֔תָּה בְּחַרְתִּ֖יךָ וְלֹ֥א מְאַסְתִּֽיךָ:

10 No temas, porque yo estoy contigo; no te desanimes, porque yo soy tu Dios: te animé, también te ayudé, también te apoyé con mi mano justa.

יאַל־תִּירָא֙ כִּֽי עִמְּךָ֣־אָ֔נִי אַל־תִּשְׁתָּ֖ע כִּֽי־אֲנִ֣י אֱלֹהֶ֑יךָ אִמַּצְתִּ֙יךָ֙ אַף־עֲזַרְתִּ֔יךָ אַף־תְּמַכְתִּ֖יךָ בִּימִ֥ין צִדְקִֽי:

11 He aquí, todos los que se enfurecen contra ti serán avergonzados y confundidos; los que se pelearon contigo serán como nada y se perderán.

יאהֵ֚ן יֵבֹ֙שׁוּ֙ וְיִכָּ֣לְמ֔וּ כֹּ֖ל הַנֶּֽחֱרִ֣ים בָּ֑ךְ יִֽהְי֥וּ כְאַ֛יִן וְיֹֽאבְד֖וּ אַנְשֵׁ֥י רִיבֶֽךָ:

12 Puedes buscarlos, pero no encontrarlos, a los que se pelean contigo; los que te hacen guerra serán como nada y como nada.

יבתְּבַקְשֵׁם֙ וְלֹ֣א תִמְצָאֵ֔ם אַנְשֵׁ֖י מַצֻּתֶ֑ךָ יִהְי֥וּ כְאַ֛יִן וּכְאֶ֖פֶס אַנְשֵׁ֥י מִלְחַמְתֶּֽךָ:

13 Porque yo, el Señor tu Dios, agarro tu mano derecha; Quien te dice: “No temas, yo te ayudo”.

יגכִּ֗י אֲנִ֛י יְהֹוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ מַֽחֲזִ֣יק יְמִינֶ֑ךָ הָֽאֹמֵ֥ר לְךָ֛ אַל־תִּירָ֖א אֲנִ֥י עֲזַרְתִּֽיךָ:

14 No temas, gusano de Jacob, el número de Israel; “Yo te he ayudado”, dice el Señor, y tu redentor, el Santo de Israel.

ידאַל־תִּֽירְאִי֙ תּוֹלַ֣עַת יַֽעֲקֹ֔ב מְתֵ֖י יִשְׂרָאֵ֑ל אֲנִ֚י עֲזַרְתִּיךְ֙ נְאֻם־יְהֹוָ֔ה וְגֹֽאֲלֵ֖ךְ קְד֥וֹשׁ יִשְׂרָאֵֽל:

15 He aquí, te he hecho un trillo nuevo acanalado, con puntas afiladas; Trillarás los montes y los triturarás bien, y convertirás los collados como paja.

טוהִנֵּ֣ה שַׂמְתִּ֗יךְ לְמוֹרָג֙ חָר֣וּץ חָדָ֔שׁ בַּ֖עַל פִּֽיפִיּ֑וֹת תָּד֚וּשׁ הָרִים֙ וְתָדֹ֔ק וּגְבָע֖וֹת כַּמֹּ֥ץ תָּשִֽׂים

16 Los lanzarás, y el viento se los llevará, y los esparcirá la tempestad, y tú te regocijarás con el SEÑOR, con el Santo de Israel te alabarás.

טזתִּזְרֵם֙ וְר֣וּחַ תִּשָּׂאֵ֔ם וּסְעָרָ֖ה תָּפִ֣יץ אֹתָ֑ם וְאַתָּה֙ תָּגִ֣יל בַּֽיהֹוָ֔ה בִּקְד֥וֹשׁ יִשְׂרָאֵ֖ל תִּתְהַלָּֽל:

Asher ben Abraham v Sarah

Jeshvan 10, 5782.
Octubre 16, 2021.

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