Haftará Jayé Saráh
noviembre 20, 2022
HAFTARÁ para VAIETSÊ (POR)
diciembre 6, 2022
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Haftará Toledot

HAFTARÁ TOLDOT / TOLEDOT:

MALAJÍ / MALAQUÍAS: 1:1 a 2.7

La lectura me recuerda que: 

El Eterno me ama, como un padre ama a su hijo, pero que también es un Dios celoso, 

¡Fuego consumidor ¡ 

(Deuteronomio 4:24)

ENTORNO SOCIAL

Durante los 70 años del exilio babilónico, el pueblo contó con varios profetas, pero históricamente la lectura de hoy nos ubica en tiempos del Imperio Persa, quién por medio del Rey Ciro II, conquistó Babilonia y otros pueblos de Mesopotamia, dando lugar a lo que se conoce como el exilio persa.

A medida que los persas iban incorporando a su imperio nuevas zonas, mostraban políticas muy tolerantes. Los gobiernos contaban con miembros de las élites locales, los impuestos generalmente eran menores y tenían una gran tolerancia religiosa.

En muchas zonas que estaban en anarquía, los persas eran bienvenidos como los restauradores de las leyes. Los pueblos liberados estaban felices de contar con un gobierno que respetara y apoyara su religión, que además de ser respetadas por los persas, estos les proporcionaron nuevos mercados por tierra y apoyaron su desarrollo naval.

En esta época denominada como el exilio persa, vivieron los tres últimos profetas: Ageo, Zacarías y Malaquías (Malají). 

Se cree que el profeta Malají vivió casi 100 años después de Ageo y Zacarias, y que murió 40 años después de la construcción del Segundo Templo. 

El Talmud afirma que, con la muerte de estos tres profetas, la se profecía se extinguió de Israel.

En el año 3,408 el Rey Darío II de Persia permitió completar la construcción del Segundo Templo, el cual se finalizó en el año 3,412. 

En ese tiempo, Ezrá era considerado como la cabeza de los hombres de la Gran Asamblea (Anshéi Knéset Ha-Guedola). Los hombres de la Gran Asamblea fueron los herederos espirituales de los profetas y los percusores de los sabios de la Mishná.

ANTECEDENTES

El nombre Malají es usado tanto como nombre femenino como masculino, es una variación de Malaquías, el cual significa “angelical”, y es frecuentemente interpretado a nivel etimológico como “mi ángel” o “mi mensajero”. Es nombre que sólo aparece en el Libro de Malaquías, debido a esto se ha cuestionado si es el nombre personal del profeta, o sólo un título para un hombre que era conocido como un mensajero de Dios.

La profecía no consiste únicamente en conocer acontecimientos futuros. Maimónides en su Mishné Torá (Yesodé Hatorá cap. 7) describe las condiciones fundamentales para que una persona alcance el estado de profeta:

“… la profecía no puede encontrarse más que en un hombre de gran sabiduría, de gran fuerza de carácter que jamás se deja dominar por sus malas inclinaciones, sino que él domina constantemente sus instintos y está dotando de un espíritu de sabiduría amplio y preciso…”.

Según el Talmud (Nedarim, 38):

“Dice Rabí Yonatan: Dios no da inspiración divina sino sólo a una persona fuerte, rica, sabia y humilde”.

El conocimiento que el Eterno le proporciona al ser humano, no se limita únicamente a infórmale sobre acontecimientos futuros, un profeta puede experimentar profecía para sí mismo, es decir, para ampliar sus conocimientos sobre los misterios de la creación o para comprender con mayor profundidad los caminos del Eterno.

COMENTARIO DE LA LECTURA

MALAJÍ / MALAQUÍAS  1:1 a 2.7

Toldot o Toledot, significa generaciones, ya que la Parashá (Genesis 25:19) inicia con:

“Estos son los descendientes de Itzjak, hijo de Abraham; Abraham engendró a Itzjak”

Esta porción de la Torá, podría decirse que habla de las generaciones, descendencia, productos, logros o historia de vida.

El libro del Profeta Malají (Malaquías) está lleno de frustración y desilusión con la gente y su deslucido servicio para el Eterno. 

Es el último de los 12 profetas menores (profetas posteriores), su obra es la menos concreta de todas, siendo difícil de situar temporalmente y dando muy poca información sobre el autor.

Al leer el libro de Malají (1:1 a 2.7) encuentro las siguientes palabras clave

Conducta, actitud, responsabilidad, respeto, honor, reproche, menosprecio, corrupción, hipocresía.

Y se repite al menos siete veces la frase: Mi Nombre, en alusión al título respetuoso del Eterno…

“Porque desde oriente hasta occidente, Mi Nombre es grande entre las naciones. Y en todo lugar se ofrece a Mi Nombre incienso y ofrenda pura, porque grande es Mi Nombre entre las naciones…”(Malají 1:11).

La haftará inicia con:

“Profecía de la palabra del Eterno a Israel, por intermedio de Malají” (Tanaj, edición Katz, 2002).

“Una profecía – la palabra de Hashem a Israel por medio de Malají (el profeta)” (Tora Emet, Keter).

“La carga profética de la palabra de Di-s hacia Israel, en mano de Malají” (Jhumásh Shem Tob, Bereshit).

“La carga profética de la palabra del Eterno para Israel a través de Malají” (La Tora con Rashi, Berehit)

La lectura inicia con el sustantivo: Profecía… sin un antecedente de los hechos…

Las versiones anteriores en lo que concuerdan, es que las palabras expresadas en la porción de la Torá son dadas por un mensajero, un mensajero que tiene valor, autoridad moral y ética para expresar su desagrado del actuar, de la actitud, de la irresponsabilidad, de la hipocresía, de la corrupción, del menosprecio y de la falta de honra, de los integrantes de un pueblo que estaba cautivo en Babilonia y que ahora gracias a Persia, o al menos eso creían, goza de relativa libertad.

Gran parte de la haftará está escrita en un estilo de ida y vuelta como una discusión entre Dios y el pueblo de Israel. 

En muchos sentidos, se aleja de la profecía tradicional y apunta hacia el estilo de preguntas y respuestas de la discusión talmúdica que se volverá popular en los textos de la próxima era de la historia judía.

¿En realidad se trata de una profecía?

Definición 1:

Se refiere a la interpretación de algunos precedentes sociales a fin de descifrar el pasado, entender el presente y anticipar el futuro.

Definición 2:

Es una conjetura o juicio que se forma de una cosa por ciertas señales que en ella se observan.

Creo que se trata de una profecía futurista, que se cumple cada año desde que fue escrita, al menos así la veo, hoy mismo se está cumpliendo en mi persona, es decir, la lectura pareciera ser una conversación entre el Eterno y el pueblo, pero en realidad se trata de un monologo, entre mi hombre exterior y mi hombre interior, es una meditación personal.

El tema principal es el desequilibro de las acciones que realizamos al compararlas con la intención con las que las realizamos.

Cuando dice que el Eterno ama más a Israel (Iaacov) que a Esav (Esaú), se refiere a las dos fuerzas internas que de naturaleza tengo, la tendencia negativa y positiva, al bien y al mal:

“Iaacov y Esav, juntos al nacer, pero totalmente divergentes en su carácter y destino”

Esos dos niños batallaban en el interior (de su madre), Genesis 25:22, para ver quién saldría primero del vientre, tal que Iaacov salió aferrado al talón de su hermano gemelo.

Esav era cazador, aparentemente tenía una personalidad impulsiva, que no controlaba sus emociones (ya sea el hambre, la devoción filial, el deseo de venganza, etc).

Por el contrario, Iaacov no cede a sus sentimientos, actúa y piensa a largo plazo, eso lo hace cuando aprovecha la oportunidad para comprar el derecho de nacimiento de Esav; cuando trabaja durante siete años para Raquel, y cuando fija los términos con Labán para el pago de su trabajo. Iaacov nunca actúa impulsivamente, piensa antes de actuar.

Esav, podría representar nuestra inclinación a los placeres físicos y materiales y Iaacov a los asuntos espirituales.

Esav, podría representar nuestras emociones y Iaacov, el intelecto.

Indudablemente, si meditamos en nuestras acciones, la balanza debería inclinarse al lado positivo de vez en vez, haciendo lo éticamente correcto y aborreciendo lo malo. 

Pero, aun así, me dice el Eterno (Malají 1:2): Te he amado

Y si yo preguntase: 

¿En qué me ha amado el Eterno? 

¿Tú cómo sabes que el Eterno te ama?

Todos tenemos diferentes respuestas, pero tenemos la convicción de que nos ama. 

Hoy me pide honrar su Nombre (Malají 1:6) como a un padre, pero en realidad ¿el Eterno necesitará que yo honre su nombre?

Si él dice: 

“Porque desde oriente hasta occidente, Mi Nombre es grande entre las naciones. Y en todo lugar se ofrece a Mi Nombre incienso y ofrenda pura, porque grande es Mi Nombre entre las naciones…”(Malají 1:11).

“… Mi Nombre es temible reverenciable entre las naciones” (Malají, 1:14).

¡o soy yo, quién necesito honrar su nombre para vivir en armonía interior!

¿qué significa honrar el nombre, que significa honrar a nuestros padres?

Los actos que yo realice, sean buenos o sean malos, son la satisfacción y paz interior que nos permite vivir en armonía con las fuerzas internas; pero ante la sociedad son el reflejo de la comunidad a la que pertenecemos, ya que queramos o no, reflejamos los hábitos de la comunidad académica, social, deportiva o religiosa, a la que pertenecemos, por lo que es importante que cada uno de nosotros representemos honrosamente, con nuestros hechos y palabras, a esas comunidades, cuanto más a Brit Brajá.

Hoy el Eterno me dice: 

Tú han despreciado Mi Nombre

yo me pregunto:

¿En qué he despreciado Tu Nombre?

La respuesta del Eterno es dura: será que algunas cosas que hago las hago sin intención pura de corazón, sólo por hacerlas, mecanizándolas, dando más importancia a lo físico y material, que a lo que vale la pena, dando más importancia a las apariencias; o acaso

¿He ofrecido sacrificio defectuoso, robado, cojo o enfermo? ¡Dios no los aceptará ¡

Me preguntó:

Considero que romper las reglas éticas, ¿es bueno cuando me conviene y malo cuando no?

Sé que debo dar Tzedaká, ¿pero la doy en contra de mi voluntad? o ni si quera la doy; o sólo para estar en la lista.

Sé que debo hacer donaciones, ¿pero dono lo que me sobra y que está en malas condiciones?

Maimónides (Rab Moshe ben Maimon 1135–1204) formuló una lista que detalla ocho niveles de donación (Tzedaká) que corresponden a los grados de sensibilidad del donante a las necesidades y sentimientos del receptor:

Nivel 8: Dar a regañadientes con cara amarga

Nivel 7: Dar menos de lo que puedas pagar, pero con amabilidad.

Nivel 6: Da generosamente, pero solo después de que se te soliciten

Nivel 5: Dar antes de que se le pida

Nivel 4: El receptor conoce al dador, pero el dador no conoce al receptor

Nivel 3: El donante conoce al receptor, pero el receptor no conoce al donante

Nivel 2: Dar de forma anónima para que el receptor y el donante no se conozcan

Nivel 1: Ayudar a alguien a ser capaz de mantenerse a sí mismo

Los sabios dicen: “En la medida en que una persona mide, se mide a él”, es decir, aplicaría la persona recibe en la medida que da a los demás. 

Entonces, el Eterno en esta dura reprimenda me dice que quiere que haga acciones, pero con orden con reglas, como él nos lo pide; dando lo mejor de nosotros, no fraudulentamente, sino de corazón, sin hipocresía.

Observemos que para el Eterno si es importante lo material, el dinero (los sacrificios) y las acciones, pero con buenas intenciones y con orden; no con mi propio criterio.

Se ha dicho repetidas veces que las acciones son más importantes que las palabras (oración), pero yo diría, las acciones realizadas con buenas intenciones del corazón son más importantes que las palabras (oración).

PARA LOS LIDERES

Y si en alguna ocasión, en mi corazón quise ser protagonista, al no ser humilde y citar:

“Ustedes serán para Mi un reino de ministros (lideres espirituales) y una nación sagrada” (Éxodo 19:6).

El Eterno, en Malají 2:1, me recuerda la responsabilidad de ser líder (sacerdotes), con una fuerte advertencia de transformación de la bendición en maldición, si no hiciere las actividades con pureza de corazón.

La lectura finaliza diciendo (Malají 2:4) (para los Levitas)

“Sepan que les doy este mandamiento de modo que perdure Mi pacto…”, “Mi pacto de vida y paz”.

Esforcémonos día a día, procurando que nuestros labios guarden el conocimiento de la Torá, andando en paz y rectitud.

Termino apelando a Miqueas (Mijá) 7:18-9

¿Quién es Todopoderoso como Tú, soporta el pecado, pasa el pecado del remanente de su heredad? (por alto, lo perdona)

No mantiene para siempre su furia, porque Él desea hacer favor. Volverá a tenernos misericordia, sujetará nuestras iniquidades, y arrojarás a las profundidades del mar todos sus pecados.

Toda raba, javerim/javerot

Hugo Baruj Hernández-Barrios

Shabat, 02, Kislev, 5783

Noviembre, 26 de 2022.

REFERENCIAS

Simón Chocrón, Yo Creo, los 13 principios de Maimónides comentados en términos actuales, 2008, Editorial Jerusalem de México.