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Parashá Bejukotai

Levitico 26/3:18

Si siguiereis mis decretos y observareis mis preceptos y los realizareis, entonces yo proveeré vuestras lluvias en su tiempo, la tierra dará su cosecha y el árbol del campo dará sus frutos, vuestra trilla durará hasta la vendimia y la vendimia durará hasta el sembrado, comeréis el pan hasta la saciedad y habitaréis seguros en nuestra tierra.

Al comenzar a leer la parashá de esta semana lo primero que vino a mi mente fue  –Vaya ególatra egoísta el que escribió esto- comencé en mi búsqueda de comentarios de todas las corrientes desde la más tradicional hasta la progresista, todas llegaron a la misma conclusión.

La pregunta principal  es ¿Por qué tanto énfasis en hablar de maldiciones? Acaso son más importantes, o más cruel será tu castigo si tienes mal comportamiento.

El Rabino Robert Tornberg en su comentario explica que no es que Dios esté sentado con su báculo de rayos listo para lanzar una luz que nos desaparezca, la intención del comentario es enseñar que nosotros somos como un reflejo del espejo de Dios y cuando cometemos actos crueles o nos olvidamos de seguir las reglas éticamente, esto nos vuelve un reflejo negativo de él  y este parece ser más grande y perceptible que cuando somos buenos con los demás; mi madre decía que mis buenos actos quizá jamás serían reconocidos, lo importante era lo bien que me sentiría de hacerlo porque los demás regularmente verán tus fallas y estas parecerán enormes y crueles.

Para los Rabinos de Breslev lo mencionado en la Torah con respecto al castigo-premio, no significa que Dios te hará daño, él no es tan egoísta  en realidad lo que ocurrirá es que al no llevar una vida con las enseñanzas de Dios esto nos causará una vida de crueldad ¿cómo? Una vida vacía sin sentido, lo que nos hará sentir muertos en vida.

Todos tenemos libre albedrío lo importante de cual lado seguir es como nos sentimos con nosotros mismos y como nos perciben los demás. Para el Judaísmo Progresista aunque ya no existe el templo y de nuestro Sidur hemos omitido las oraciones que tienen relación con ello, debemos seguir haciendo tefilá y no por cosas materiales, si llevamos una vida ordenada, con ética y amor por todo lo que nos rodea. Dios nos pondrá en el lugar indicado para labrarnos nuestro propio camino hacia el crecimiento como individuos.

Mi percepción de Dios no es ese súper héroe que me cuida y como dice el Rabino Cukierkorn: Dios no es un cajero automático de deseos. Yo creo que Dios es una esencia dentro de mí, que me hace sentir empatía por los demás y profundo respeto por todo lo que es creación divina.

Si como judíos progresistas lo más importante es la ética, apliquémosla en todos los aspectos de nuestra vida y así seremos bendecidos por nosotros mismos con nuestras buenas obras, ya que la percepción que tendremos de nosotros será la de sentirnos mejor.

27 Iyar 5779
Shlomitz bat Abraham veSaráh

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