La Haftará Bamidbar está basada en el Libro de Oseas (2:1-22).

En Oseas podemos encontrar varios conceptos y de ellos obtener explicaciones que nos aclaren las circunstancias expuestas.

Lo primero que podemos observar son los cargos en contra de Israel cuando leemos la siguiente aseveración: “Contended con vuestra madre porque ella ya no es mi mujer ni yo soy su marido…”

D-s presenta a Israel como si fuese una mujer adúltera, la cual ya no es digna de ser una esposa. Pues esto obedece a que Israel se ofreció a otros dioses de la misma manera que una mujer se ofrece a otros amantes.

Cuando dice: “sus adulterios de entre sus pechos” se puede ver como que ella ha desnudado su regazo para atraer a sus amantes.

“No sea que yo la despoje y desnude…”

En este aviso D-s advierte a Israel que, si no cambia y deja esa manera de ser, comportándose como ramera, ella será entonces juzgada. Sin embargo, aun cuando esta relación esté rota, la bendición sigue presente. Aunque sí advierte que si Israel no se arrepiente la bendición será retirada.

Otra afirmación dice: “Ni tendré misericordia de sus hijos”. Esto se da viendo a Israel como un todo en el cual los hijos estarían representados por los individuos del pueblo y advierte que, si estos no recapacitan y se vuelven a HaShem, entonces se verán afectados por Su juicio.

Cuando leemos: “Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino”. Israel está justificando su prostitución, ya que ella recibe cosas de sus “amantes”.

Ella pensaba en todo lo bueno que obtenía de su trasgresión y le parecía justo.

Pero Israel no entendía que los placeres obtenidos de la trasgresión pasan rápido.

Cuando dice: “Yo rodearé de espinos su camino” es que D-s pretende atraer a Israel al arrepentimiento mediante la colocación de un seto de espinos a lo largo del camino, con el fin de provocar dolor cuando Israel se quiere salir del camino correcto.

Aunque esto parezca cruel, analizándolo de manera profunda, es una de las más dulces expresiones del amor del Eterno, pues al final, Él no quiere que peligremos al alejarnos del camino del bien.

Al decir: “Iré y me volveré a mi primer marido”, D-s permite que pasen los placeres pasajeros que se obtienen del pecado y así darnos cuenta de que lo mejor es seguir los pasos del Eterno.

Lo anterior lo podemos constatar fácilmente y creo todos nos hemos topado alguna vez con ello.

Cuando alguien obtiene algo o alguna ganancia mediante el engaño o el robo, dicha ganancia no rinde o inclusive trae consecuencias no deseadas.

En la declaración: “Ella no reconoció que yo le daba el trigo” se refiere a que aun cuando Israel se dejó llevar por la adoración a otros dioses, HaShem aún proveía para ella, mostrando su gran amor hacia Israel inclusive cuando Israel tomaba lo que D-s le daba para ofrecerlo a Baal.

Un ejemplo que podemos dar al decir: “Se olvidaba de mi”, es cuando en los tiempos del reinado de Jeroboam II, Israel disfrutó de una gran prosperidad.

Sin embargo, aprovechó esta prosperidad siguiendo la idolatría y en placeres impíos, así que D-s tomó esa prosperidad acabando con dicho reinado y viniéndose abajo todo.

La redención de Israel.

Al final El Eterno dice: “Yo la incitaré y hablaré a su corazón”. HaShem decide acercarse y redimir al pueblo de Israel.

Le dice que le llamará “mi esposo” y no “mi marido”.

Retiraré los nombres de beelim de su boca y no serán recordados más.

Concertaré pacto entre Israel y los animales del campo, las aves del cielo y los reptiles de la tierra.

También ofrece acabar con la guerra y desposar a Israel con rectitud, justicia, misericordia y fidelidad.

Esto habla del gran amor de HaShem a su pueblo Israel que aún con toda la trasgresión a que se orilló, El Eterno siempre es misericordioso y nos ofrece su bendita redención.

29 Iyyar 5780
23 Mayo 2020

Jaim ben Avraham ve Saráh

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