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Haftará Bejukotai

Jeremías 16:19-17:14

En esta lectura el profeta Jeremías hace una declaración:

“Di-s es mi fuerza, mi fortaleza y mi refugio en el día  de mi desgracia”. Estas palabras son expresadas  como parte de un exhorto que está haciendo al pueblo que se ha alejado del cumplimiento de las Mitzvot, motivándolos a regresar al Eterno, dejar la idolatría y reconocer que  es El Eterno quien lo sustenta en su camino, por difícil que este sea.  Es decir, en este mundo es al hombre a quien le corresponde hacer el trabajo (su fuerza) y es también quien debe desarrollar la capacidad de sostenerse, soportar o resistir, cuando se encuentra con adversidades (su fortaleza), pero también debe saber encontrar ese espacio, donde se siente protegido, amparado (su refugio) y la declaración del profeta es a reconocer que es de El Eterno de donde todo esto proviene.

Esta haftará se enfoca en una invitación a reconocer y confiar que Di-s está con aquel que lo busca y se esfuerza en andar en sus caminos, y antepone una maldición a  aquel que deposita su confianza en el hombre y que se apoya en otro hombre igual que él, finito y limitado, porque esto lo lleva a apartarse del Eterno.

A través de los relatos de la Torah y de la historia, vemos que caminar en la vida conforme a las instrucciones de la Torah no resulta fácil. Para cada uno de los personajes o para cada generación lo que han vivido  representó su peor prueba, sin embargo desde la creación y hasta nuestros tiempos podemos ver que Di-s nunca deja de guiar y proteger a su pueblo y que la Torah ha sido clave para sostenerse.

Dio-s nos creó y vio que era bueno, pero nos perfeccionamos cada día, debemos hacer el trabajo personal, no sólo físico sino que debemos buscar el equilibrio emocional y la esencia de nuestros pensamientos, porque de esto dependen nuestro actuar.

El profeta Jeremías quien incluso fue encarcelado por señalar esto al pueblo concluye con una súplica a Di-s:

“Cúrame Eterno y permite que sane, Sálvame y hazme estar a salvo, pues Tú Eres mi alabanza”

Nosotros nos encontramos cerca de Shavuot (Recepción de la Torah), donde renovaremos nuestro pacto con la Torah, creo que es un buen momento para preguntarnos:

 ¿Qué es para mí la Torah?         ¿Para qué la quiero recibir?               ¿Qué voy a hacer con la Torah?

Y que conforme al potencial y deseo de cada alma nos replanteemos objetivos que nos ayuden a ser mejores personas, que crean y no destruyen.

¡Shalom ve Simjá!

22 Iyar 5780
May 16, 2020.

Verónica Ahavá.

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