Haftará Yejezquel
36:16 – 36:38
Esta semana para el Shabat Mevarjim leemos la Haftará Yejezkel que corresponde a la parashá Shminí, el Shabat mevarjim corresponde al Shabat previo al comienzo del mes nuevo según el calendario judío además de ser el segundo Shabat posterior a Purim de purificación y preparación para Pesaj, enseña Nora J. kurs que nuestros sabios establecieron en el mes de Adar antes de Purim hasta llegar a Pesaj, cuatro Shabatot que se leen además de la parashá correspondiente al Shabat, una porción diferente como Maftir que es el nombre que recibe la persona elegida para leer la parashá en Shabat y en los días festivos en la sinagoga y además recita la haftará que corresponde, esto es asignado a la persona que recuerda el aniversario luctuoso de un ser querido y en la tradición Askenazi el Bar o Bat Mitzvá.
Nora enumera los cuatro Shabatot que son los siguientes: Shabat shekalim, Shabat Zajor, Shabat pará y Shabat hakodesh.
La Haftará que corresponde al día de hoy es Yejezkel en ella leemos sobre Ezequiel hablando sobre la perdición de la casa de Israel y la contaminación de su propia tierra, habla sobre la destrucción y dispersión por la idolatría que cometieron, sin embargo también habla sobre la compasión y amor por su pueblo y el perdón que otorga. Ezequiel habla sobre la reconstrucción de la fe y levantarse de la destrucción purificándolos con agua limpia y levantando al pueblo de nuevo de entre las cenizas.
Como ya leímos en la parashá Shminí nos habla sobre las reglas rituales en la ignauguración del Mishkan que explica el Rabino Jonthan De Galed que al leer la siguiente frase Vayehi significa que ocurrió algo triste, como leímos en la Parashá ¿Qué fue la tragedia? La muerte de los hijos de Aarón quienes llevaron fuego ajeno al mishkan.
¿Cuál es la tragedia en la Haftará? la perdición de Israel por la idolatría.
En este Shabat Pará el maftir debe leer una porsión de la parashá Números 9:1-22 en ella leemos sobre la purificación del pueblo por medio de la vaca roja, pero por qué leemos tanto acerca de la purificación del pueblo de Israel ¿Acaso siempre somos desobedientes de las leyes?
Como dicta la tradición judía antes de Pesaj en las comunidades más tradicionalistas comienza una limpieza profunda de nuestros hogares, que si la vajilla de Shabat no podemos usarla o no debemos tener rastros de Hametz, que hay que lavar con agua hirviendo todo lo usado durante el año, que si lo de metal por el fuego, una seria de rituales que nos aseguren que debemos llegar limpios a Pesaj de rastros de cualquier hametz.
Esta purificación en el judaísmo progresista va más allá de un simple ritual, el ritual que deberíamos llevar en preparación a Pesaj sería limpiar nuestra alma de rencores, errores, malos pensamientos en contra de quien no piensa como nosotros, en quien no cree como nosotros. Como dice nuestro Rabino Jacques no somos dueños de la verdad.
La purificación debería ser en las actitudes que a veces tomamos cuando vemos a alguien que es principiante en el estudio y queremos corregirlo de algo que aún no sabe, cuántas veces hemos creado burlas de alguien que es un poco más espiritual que la mayoría y nos burlamos a espaldas en lugar de acercarnos y enseñarle con respeto. Sabemos que la oportunidad de cambiar está en cada año nuevo judío ¿por qué esperar a Yom kipur? Si El Eterno es compasivo con nosotros deberíamos aprender un poco de esa compasión.
La haftará también nos enseña la capacidad que tenemos de reconstruirnos y ser mejores, levantarnos de entre las ruinas y salir adelante, ser una versión distinta para el bien de quienes nos rodea y más importante para el bien de nosotros, deberíamos tomar la responsabilidad de nuestros errores y no culpar a nuestras enfermedades de nuestras debilidades de carácter. El pueblo de Israel a lo largo de su historia ha caído en graves errores sin embargo siempre logra superarlos y se vuelve más fuerte.
Ojalá que en este periodo de limpieza y purificación todos limpiemos un poco a nuestra alma de pensamientos de superioridad para ofender y burlarse, de ira que solo daña, limpiémosla de rencores. Pesaj es la oportunidad de recordar que Dios está en cada lugar que podemos ver, tocar y sentir, por lo tanto al no existir el templo llevemos a nuestros seres cercanos ofrendas de paz y respeto, shmini quiere decir octavo, los sacerdotes se preparaban todos los días para entregar lo mejor en el octavo día de las ofrendas, nosotros deberíamos hacer lo mismo prepararnos en el transcurso de la semana para acudir el Shabat al servicio y disfrutar de él con atención.
La purificación de estas fechas que sea desde lo profundo de nuestros corazones, para tener la gracia y bendición de dios, aprendamos a ser compasivos y compartir los conocimientos que c5reamos sean útiles para los demás, que en camino a Pesaj las aguas de la sabiduría purifiquen nuestro andar y nos preparemos para llegar al octavo día con el corazón lleno de emuná.
Que la pasión por lo que hacemos no inunde nuestro corazón de ceguera e intolerancia, esa es la mejor ofrenda que podemos dar al Eterno.
Shabat Shalom!
Shlomit Ortiz Romero
23 de Adar II 5782
26 de marzo 2022
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