HAFTARÁ VEZOT HABERAJÁ

“Vezot haberajá asher beraj moshé ish haelohim et-bené Israel lifné motov”, dice la Parashá y la haftará correspondiente responde al escrito de Yehoshúa 1:1-18, el cual comienza diciendo…

“Vajeí ajaré mot moshé eber Adonai vaiomer Adonai el – yehoshúa bin – nun mesharet moshé lemor…”

La Parashá comienza con la bendición de Moshé a los hijos de Israel antes de su fallecimiento y la haftará empieza diciendo lo que El Eterno le habla a Yehoshúa hijo de Nun una vez que Moshé ha muerto.

La Parashá nos dice que Moshé vió la tierra que El Eterno juró a Abraham, a Itzjak y a Yacoob, más él murió y nunca la pisó.

La haftará nos cuenta que El Eterno habló a Yehoshúa y que él y todo el pueblo pasarán a la tierra que les había dado y que todo lugar que pisara la planta de sus pies sería otorgado al pueblo de Israel. Además, El Eterno le promete que en dicha tierra no podrá pararse delante de él nadie y que, así como estuvo con Moshé estaría con él y no lo abandonaría.

El Eterno exhorta a Yehoshúa en esforzarse y a ser valiente, pues él heredará la tierra que juró a sus padres dar a ellos, pidiéndole lo haga siempre conforme a la ley que le ordenó Moshé.

Yehoshúa era el ayudante y asistente de Moshé a lo que Rabbi Eliahu de Vilna comenta que realmente la intensión del texto es enseñarnos la razón de que Yehoshúa haya llegado a este puesto tan elevado.

El Gaón de Vilna a través de las palabras de los sabios nos recuerda que a pesar de que el estudio de la Torá es una de las cosas más grandes que uno pueda hacer, no se compara con el valor que tiene estar cercano a los sabios de la Torá y constatar por nosotros mismos como aplican las enseñanzas de la Torá en sus vidas en cada momento y en cada situación.

Esto nos dice lo importante que es dar a los preceptos de la Torá una real aplicación a nuestras vidas, aunque existan temas que no estén relacionados con el judaísmo.

 Lo anteriormente escrito nos mostrará como la Torá puede verdaderamente acercar a la humanidad a la grandeza.

En esta haftará El Eterno una vez más a través de su acción con Yehoshúa nos exhorta a fortalecernos y emprender cualquier acción que esté dentro de sus preceptos, para que tengamos la plena confianza en que Él siempre estará con nosotros apoyándonos y nos nos dejará.

Para escuchar la palabra de Dios realmente se necesita ser valiente. Se necesita ser mucho más fuerte que la realización de cualquier actividad física por dura que ésta sea, pero vale la pena hacerlo para ser inteligentes por todo lugar que vayamos y para tener éxito en la vida sabiéndola vivir intensamente.

En otra parte de la escritura dice El Eterno: “No se apartará de tu boca este libro de la ley; y meditarás en él día y noche, para que cuides de obrar de acuerdo con todo aquello que está escrito en él; porque entonces harás prósperos todos tus caminos y entonces tendrás éxito.”

Este párrafo está expresando en la explicación anterior al decir que para tener éxito en la vida debemos empezar por actuar, pero siempre apegados a las enseñanzas expresadas en la Torá.

Además, dice que “caminarán como valientes guerreros y armados”.

Lo antedicho se asemeja a que cuando tomamos el camino de la vida y nos disponemos a caminar hacia adelante y además iremos armados, quiere decir que vamos armados de conocimiento y de valores que son los que nos ayudarán a salir adelante para enfrentar los obstáculos que se nos van a presentar como son los problemas y contratiempos, los que a veces no solo son físicos, sino que pueden estar relacionados con las demás personas y que pueden encontrarse en el ámbito familiar, laboral, social, etcétera.

Dentro de esta reflexión sobre esta haftará, cabe resaltar que como siempre El Eterno nos exhorta a que tengamos toda la confianza en Él y actuemos de acuerdo los preceptos que Él a través de los hombres sabios ha plasmado en la Torá.

Jaim  ben Abraham veSará

19 de Tishrei de 5782
25 de septiembre de 2021

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