Haftará Vaetchanan (POR)
agosto 15, 2022
En este Rosh Hashaná 5783
septiembre 20, 2022
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Haftará de Vaetjanán (ES)

HAFTARA DE VAETJANAN

¡Shabat shalom!

(16 Av 5782= 13/08/2022)

La Haftará de Vaetjanan se encuentra en el libro del profeta Isaías/Yeshayahu 40:1-26

Vaetjanan significa ‘y supliqué, pido algo gratis’, gratis, no un intercambio. Como dicen nuestros sabios, esta Haftarah es la primera de las siete Haftarot de Consuelo después del ayuno de Tisha Beav.

La Haftará comienza así: “¡Consolad, consolad a mi pueblo! Proclama a tu Dios.” ¿Quién en este tiempo que vivimos no necesita consuelo? Todos necesitamos esta preciada medicina en algún ámbito. No importa si eres un niño o una persona mayor, hombre o mujer, rico o pobre. En esta generación el clamor del alma es un clamor de consuelo. Es una paradoja porque por un lado la ciencia avanza a un ritmo vertiginoso y la comunicación llega a todas partes del mundo, sin embargo la tristeza, el vacío, la depresión azota por doquier. Externamente sonríe y abraza, sin embargo en el interior de muchas personas hay un grito ahogado y desesperado de ayuda.

La Haftará explica que el Eterno tiene un pueblo y lo ama. Sin embargo, estas personas muchas, muchas veces se olvidan de su ser querido y buscan otros caminos. Se aleja tanto, tanto, que opta por tener otro rey en su vida. Seguir a este rey que parece más lógico y atractivo porque tiene placeres más inmediatos no se da cuenta de que está entrando en arenas movedizas. Poco a poco se hunde, cuando despierta la arena le ha llegado al cuello. Cuanto más nos alejamos del Eterno, más nos acercamos al abismo. ¡Sin embargo, el Eterno es bueno! Él nos perdona, nos busca, nos libera, nos sana, nos restaura, nos consuela y todavía viene y vive entre nosotros.

Este amor al Eterno se verifica en la Parashá donde repasamos el Decálogo que el Eterno entregó a Moisés para nosotros. De este decálogo salieron las 613 mitzvot donde tenemos preceptos negativos y positivos que recordamos todos los días cuando rezamos ‘Leshem Ijud’ antes de ponernos el talit. Pero no termina ahí, tenemos el Talmud y demás. El conocimiento del Eterno es infinito y por eso todo ser humano tiene ‘una chispa del Eterno’ y con esa chispa viene un conocimiento individualizado para transformarse en luz para este mundo y hacer morada del Eterno. Cuando no cumplimos este propósito nos perdemos en el camino y sólo por la misericordia del Eterno no somos muertos.

Los profetas siguen vivos y claman Buenas Nuevas a Sion: NO TEMAS, MIRA: ¡HE AQUÍ A TU DIOS! No se puede comparar con nada. Sin embargo, Él ama al hombre, te ama a ti ya mí. Solo Él puede llenar el vacío, solo Él puede mostrarnos el camino correcto. Después de todo, Él sostuvo y libró a nuestros Padres de los enemigos, bendito sea Él, que no fue poco, hoy también nos libra a nosotros porque Él es el mismo siempre. Hay una canción en la que Eitan Katz

La canción de L’maancha canta: “Solo por Ti, Dios nuestro, actúa, no por nosotros, mira nuestra situación pobre y vacía. Suya es el alma y el cuerpo: Tu obra, ten piedad de Tu obra.”

Nuestra Neshamá y la tierra han estado clamando por restauración. Esta restauración comienza con Tsion, dice el profeta, porque su herida es grande. Pasó por el castigo, sin embargo el Eterno no se olvidó de ella. Se anuncia la liberación y el regreso del cautiverio. Y el Eterno no es hombre para que mienta. Usa boca de profeta y dice que todo valle será allanado y allanado y que el Eterno manifestará su gloria en toda carne y todo ojo la verá.

En Pirke Avot 2.4a dice:

“Él decía: Haz Su voluntad (la de Dios) como si fuera tu propia voluntad, para que Él haga tu voluntad como si fuera Su voluntad; deshaga su voluntad por Su voluntad, para que Él pueda deshacer la voluntad de otros antes que la suya.”

¿Qué significa todo esto? El Eterno nos creó y sabe lo que nos conviene o no. Él nos ama, sin embargo, debemos hacer nuestra parte.

En el libro El Zar en Diálogo 1.92 afirma:

“El Zar: ten cuidado, amigo mío, no sea que el amor a tu pueblo te aleje de la verdad, exagerando en la alabanza y omitiendo el famoso pecado cometido en el apogeo de las Divinas Revelaciones. Yo bien sé que, sólo de todas estas ocurrencias, fabricaron un becerro de oro y lo adoraron como a un ídolo”.

Tenemos que cuidar que el humanismo no nos lleve a la idolatría. Una vez iba a una fiesta y le comenté al rabino Jacques a dónde iba y me dijo que tuviera cuidado de no convertirlo en idolatría. Después de eso, cada vez que estoy en un lugar trato de analizar si estoy haciendo un becerro de oro… no siempre es fácil discernir dado el lugar donde nacimos y la forma en que nos criaron. Cuando una persona nace en una tribu donde el idioma es el Eterno, las Leyes no son leyes sino costumbres, una forma de vida creo que es más fácil. Pero esa no es razón para rendirse. Las cosas no siempre salen como queremos. El hoy puede ser el resultado de las malas decisiones de ayer, ya sea por ignorancia, terquedad, pereza, orgullo, etc. Hay cosas que podemos cambiar, otras no. Todo tiene un precio, aunque a veces es gratis. Sin embargo, tenemos una esperanza, y esa esperanza está en el Eterno. Él es quien nos da la fuerza para vencer. Si tenemos al Eterno, nunca nos sentiremos solos. El consuelo viene, sí lo hace. Bendito sea el Señor que nos ayuda.

¡Que haya paz en Israel!

¡Que haya paz en Ucrania!

¡Que venga la Paz Mundial!

¡Shabat shalom!

Anizia Ferreira