HAFTARA SHEMOT

HAFTARA SHEMOT (Isaías 27:3 – 28:13 y 29:22 -23)

El contexto de esta lectura es durante la presencia imperial de los asirios, después de la disolución del reino del norte. La practica religiosa estaba lejos de ser homogénea, era en realidad un culto en que se involucraban varios dioses y entre ellos al Dios único. La unificación de culto era una labor difícil y a su vez esto no permitía una unificación ideológica del pueblo. Un pueblo que tuvo un crecimiento demográfico, cultural y económico de manera importante, en un periodo relativamente corto de tiempo. Esto complicó también la unificación del culto religioso.

Isaías realizó un trabajo arduo en este aspecto además fue un firme opositor a la política de la alianza de los reyes de juda con otros pueblos, especialmente el asirio y pues la influencia religiosa extranjera complicaba aún mas la unificación y los reyes no ayudaban mucho en este problema.  Isaías hacia el llamado constante a depositar la confianza en El Eterno, el único Dios

Esta confianza generaría la unificación del pueblo judío y su retorno a Judá. Como lo menciona El Eterno a través del profeta:

“En los tiempos venideros Jacob echará raíces; Israel retoñará y brotará, y llenará como las plantas la faz del mundo.”

“Y acontecerá en aquel día que sonará el gran shofar, y vendrán los que estaban perdidos en la tierra de Asiria, y los que estaban desterrados en la tierra de Egipto, y adorarán al Eterno en Jerusalem, en el monte santo.”

La unidad como pueblo ha hecho fuerte los judíos, nos ha mantenido a lo largo de tantos siglos dando continuidad a las tradiciones y ahora nos corresponde continuar manteniendo nuestro judaísmo y envolviendo esta tradición con nuestro comportamiento ético. Hacer el bien a nuestros semejantes como parte esencial de nuestro comportamiento cotidiano. 

Esta lectura nos invita a mantener esa unidad como el pueblo que El Eterno desea que seamos

Por eso también hace un llamado a alejarse de la corrupción poniendo como ejemplo la caída del reino del norte: 

“Porque todas las mesas están llenas de vómito y de excremento, sin que haya lugar limpio.”

Menciona que aún el guía espiritual y el juez se corrompen, el profeta llama a no seguir en la impiedad, en la no justicia. Hacer el mal hacia nosotros mismos como pueblo, juicios corruptos, conducir al engaño a los demás nos alejan de El Eterno, nos alejan de vivir en armonía y acercarnos a lo que Dios espera de nosotros.

Aun cuando existen practicas injustas, corrupción por beneficios personales. Existen o existimos personas que deseamos hacer el bien y actuar con bondad, con justicia y que esta nazca de nuestra empatía por los demás. No necesitamos el miedo a un castigo divino ni la recompensa por portarnos bien. Solo tenemos que ponernos en los zapatos de nuestros semejantes y de esa manera sentir compasión hacia otros. 

Dice El Eterno a través del profeta:

“¿A quién se enseñará el conocimiento y a quién se explicará el mensaje? ¿Los destetados de la leche y extraídos de los pechos?”

“a quien se le dijo: ‘Este es el descanso, da descanso a los cansados; y este es el refrescante ‘; Sin embargo, no quisieron escuchar.”

Nosotros las nuevas generaciones deberemos tener este conocimiento, actuar con piedad. Y esta vez si desear sinceramente que:     “ debemos dar descanso al cansado” y que esta vez si lo escuchemos todos.

Shabat Shalom!

Yaakov benAvraham veSaráh

21 Tevet 5782
25 Diciembre 2021

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